T.P N° 2
CURSO: 2° B
MATERIA: PRÁCTICAS
DEL LENGUAJE
DOCENTE: MONTALVO, NATALIA
E.E.S N° 60
Buenas
tardes, alumnos/as y familias… Dado que
la situación en la cual nos encontramos en cuanto a la pandemia, sigue
manteniendo la suspensión de clases, continuaremos trabajando de esta manera.
Es por eso que quienes deseen unirse a un grupo de whatsapp específicamente para
consultar de esta materia, les pido que me manden un mensaje con el nombre, apellido
y curso para poder agregarlos 1537691328. Para mí, es muy importante mantener
un vínculo con los alumnos semanalmente para poder aprovechar este tiempo.
Por otro
lado, decirles que afrontar esta situación
es compleja y anormal para todos, desde la concentración y dedicación en los
hogares para las tareas escolares enmarcándolo en el contexto del Coronavirus
que estamos atravesando. Así que, tranquilidad y no desesperarse ante una consigna
que no entienden o no les sale, pueden consultarme y de la mejor manera iremos
atravesando este tiempo a la distancia.
1-Para
continuar, analizar las siguientes situaciones comunicativas (emisor, receptor,
mensaje, canal, código, referente):
a-Luis se levanta y le da la los buenos días a su papa.
b-Carlos revisa el teléfono y tiene un recordatorio que mañana
tiene examen.
c-Sandra le dice a Javier por chat que mañana no se olvide el
mapa para Geigrafia.
d-Sebastián apaga su celular dentro del Banco porque ve el
cartel:
2-Leer el siguiente texto ”Disputa por señas”
Disputa
por señas
Sucedió
una vez que los romanos, que no tenían leyes para su gobierno, fueron a
pedirlas a los griegos, que sí las tenían. Estos respondieron que no las
podrían entender puesto que su saber era muy escaso. Pero que si insistían en
conocer y usar estas leyes, antes deberían debatir con sus sabios para ver si
se las merecían. Los romanos respondieron que aceptaban y firmaron un convenio.
Como no entendían sus respectivos lenguajes, se acordó que debatirían por señas
y fijaron públicamente un día para la realización.
Los
romanos quedaron muy preocupados, porque no eran letrados y temían el amplio
saber de los griegos. Al fin, un ciudadano propuso que eligieran un campesino y
que hiciera con las manos las señas que Dios le diese a entender. Buscaron un
campesino muy astuto y lo vistieron con muy ricos paños de gran valor, como si
fuera doctor en Filosofía.
Cuando
llegó el día acordado, el campesino subió a una alta silla y dijo
fanfarronamente: «De hoy en más vengan los griegos con toda su porfía1». Llegó
allí un griego, doctor sobresaliente, y subió a otra silla, ante todo el pueblo
reunido. Comenzaron sus señas como se había acordado.
Se
levantó el griego, con calma, y mostró sólo un dedo, el índice, y se sentó en
su sitio. Se levantó el campesino, bravucón y con malas pulgas, y mostró tres
dedos tendidos hacia el griego, el pulgar y otros dos en forma de arpón2. Se
sentó con soberbia, mirando sus vestiduras. Con serenidad se levantó el griego,
tendió la palma llana y se sentó luego plácidamente. Se levantó el campesino,
con su tonta fantasía y, con terquedad, mostró el puño cerrado. A todos los de
Grecia dijo el sabio: «Los romanos merecen las leyes». Se retiraron todos en
armonía y paz.
Preguntaron
al griego qué fue lo que habló por señas con el romano. Explicó: «Yo dije que
hay un Dios, el romano dijo que era uno en tres personas. Yo dije que todo
estaba bajo su voluntad. Respondió que en su poder estábamos y dijo verdad.
Cuando vi que entendían y creían en la Trinidad3, comprendí que merecían leyes
certeras».
Preguntaron
al campesino qué habían debatido: «Me dijo que con un dedo me quebraría el ojo,
tuve gran enojo. Le respondí con cólera y con indignación que yo le quebraría
los ojos con dos dedos y los dientes con el pulgar. Me dijo, después de esto,
que le prestara atención, que me daría tal palmada que los oídos me vibrarían.
Y yo le respondí que le daría tal puñetazo que en toda su vida no llegaría a
vengarse. Cuando vio la pelea tan despareja y que yo no le temía, dejó de
amenazar».
Por
eso dice la sabia vieja: «No hay mala palabra si no es tomada a mal».
Juan Ruiz, Arcipreste De Hita: Cuentos
tradicionales y literarios (adaptación), Colihue
1 porfía: obstinación, tenacidad, empeño.
2
arpón: especie de anzuelo grande.
3
Trinidad: la religión cristiana cree que hay un único Dios que se manifiesta en
tres personas distintas: Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo.
3-Después
de la lectura, señala si estas afirmaciones son verdaderas o falsas:
a)
El día fijado para la disputa fue un miércoles.
b)
Primero intervino el griego.
c)
Los griegos no dieron a los romanos las leyes.
4. Explica los gestos del griego y la interpretación que les da el
romano.
5. Explica los gestos del romano y la interpretación que les da el griego
6. Resume con tus palabras el texto.
7. ¿Qué significa la palabra letrados en el texto? Propón un sinónimo que
te resulte más conocido.
8. ¿Qué diferencia existe entre bravucón y fanfarrón?
9. ¿Qué tipo de comunicación utilizaron el griego y el romano para comunicarse?
10.¿Se pudieron entender? ¿Por qué?