Primeras voces
La creación
La mujer y el hombre
soñaban que Dios los estaba soñando.
Dios los soñaba
mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo
de tabaco, y se
sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.
Los indios makiritare
saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de
comer. Si Dios sueña
con la vida, nace y da nacimiento.
La mujer y el hombre
soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran
huevo brillante.
Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho
alboroto, porque
estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de
Dios la alegría era
más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando, los
creaba, y cantando
decía:
—Rompo este huevo y
nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y
morirán. Pero
nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán.
Y nunca dejarán de
nacer, porque la muerte es mentira.
(48)1
El tiempo
El tiempo de los
mayas nació y tuvo nombre cuando no existía el cielo ni
había despertado
todavía la tierra.
Los días partieron
del oriente y se echaron a caminar.
El primer día sacó
de sus entrañas al cielo y a la tierra.
El segundo día hizo
la escalera por donde baja la lluvia.
Obras del tercero
fueron los ciclos de la mar y de la tierra y la muchedumbre
de las cosas.
Por voluntad del
cuarto día, la tierra y el cielo se inclinaron y pudieron
encontrarse.
El quinto día
decidió que todos trabajaran.
Del sexto salió la
primera luz.
En los lugares donde
no había nada, el séptimo día puso tierra. El octavo
clavó en la tierra
sus manos y sus pies.
El noveno día creó
los mundos inferiores. El décimo día destinó los mundos
inferiores a quienes
tienen veneno en el alma.
Dentro del sol, el
undécimo día modeló la piedra y el árbol.
Fue el duodécimo
quien hizo el viento. Sopló viento y lo llamó espíritu, porque
no había muerte
dentro de él.
El décimotercer día
mojó la tierra y con barro amasó un cuerpo como el
nuestro.
Así se recuerda en
Yucatán.
El sol y la luna
Al primer sol, el
sol de agua, se lo llevó la inundación. Todos los que en el
mundo moraban se
convirtieron en peces. Al segundo sol lo devoraron los tigres.
Al tercero lo arrasó
una lluvia de fuego, que incendió a las gentes.
Al cuarto sol, el
sol de viento, lo borró la tempestad. Las personas se
volvieron monos y
por los montes se esparcieron.
Pensativos, los
dioses se reunieron en Teotihuacán.
—¿Quién se ocupará
de traer el alba?
El Señor de los
Caracoles, famoso por su fuerza y su hermosura, dio un paso
adelante.
— Yo seré el sol
—dijo.
—¿Quién más?
Silencio.
Todos miraron al
Pequeño Dios Purulento, el más feo y desgraciado de los
dioses, y
decidieron:
—Tú.
El Señor de los
Caracoles y el Pequeño Dios Purulento se retiraron a los cerros
que ahora son las
pirámides del sol y de la luna. Allí, en ayunas, meditaron.
Después los dioses
juntaron leña, armaron una hoguera enorme
y los llamaron.
El Pequeño Dios
Purulento tomó impulso y se arrojó a las llamas. En seguida
emergió,
incandescente, en el cielo.
El Señor de los
Caracoles miró la fogata con el ceño fruncido. Avanzó,
retrocedió, se
detuvo. Dio un par de vueltas. Como no se decidía, tuvieron que
empujarlo. Con mucha
demora se alzó en el cielo. Los dioses, furiosos, lo
abofetearon. Le
golpearon la cara con un conejo, una y otra vez, hasta que le
mataron el brillo.
Así, el arrogante Señor de los Caracoles se convirtió en la luna.
Las manchas de la
luna son las cicatrices de aquel castigo.
Pero el sol
resplandeciente no se movía. El gavilán de obsidiana voló hacia el
Pequeño Dios
Purulento:
—¿Por qué no andas?
Y respondió el
despreciado, el maloliente, el jorobado, el cojo:
—Porque quiero la
sangre y el reino.
Este quinto sol, el
sol del movimiento, alumbró a los toltecas y alumbra a los
aztecas.
Tiene garras y se alimenta de corazones humanos.
ACTIVIDADES:
1)
¿Qué tipos de textos son
estos?¿Qué tienen en común con los leídos anteriormente?
2)
¿A qué pueblo te parece
que pertenecen estos relatos? ¿Cómo pudiste determinarlo?
3)
¿Qué práctica usada por
los fieles avala el último de los textos leídos?
4)
Busca información sobre
mitología precolombina y sus características, realiza un resumen.